miércoles, 21 de abril de 2010

Las Estaciones



Las Estaciones

Docenas de jilgueros
revolotean mi ventana,
de esquina a esquina,
de rama en rama.
Llega la primavera,
se desnuda el alma.
Están floridos los campos
esta mañana.
A la ventana me asomo,
a mi ventana,
y en mi bosque contemplo
la Obra Mágica.
Los troncos blancos,
las desnudas ramas,
se visten ahora
de verde esmeralda.
Ya se van los jilgueros.
Ya se hielan los campos.
Ya se queda mi bosque
en el frío letargo.
Aquel vestido verde,
amarillo y dorado,
torna ocre y rojizo
y pronto morado.
Y de nuevo las ramas,
desnudas, sin manto.

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