Hoy te voy a mostrar un trabajo de restauración y tapicería, en el que convertimos unas sillas isabelinas bastante normales en unas piezas modernas y únicas.
Empezamos por quitar el antiguo tapizado y sacar todas las tachuelas. A continuación decapamos la madera con un gel decapante y lijamos la pieza. En este caso se conservó la estructura del asiento, ya que era de muelles y estaba en buen estado. Una vez limpia la madera, damos un tratamiento anticarcoma.
Teñimos las sillas con un tinte al agua y las protegemos con una laca tapaporos. Una vez seca, le pasamos una lana de acero, quitamos el polvillo con un paño y le damos una laca de acabado.
Ahora ya podemos tapizar. Buscamos una tela apropiada, y cortamos las partes que necesitamos dejando un margen para doblar. Fijamos con grapas en cuatro puntos, detrás y delante, derecha e izquierda. A partir de ahí, vamos poniendo grapas en ambos lados, simultáneamente, hasta completar el asiento. Cuidamos las esquinas y la base del respaldo, que es donde requiere más atención. Cuando hayamos terminado, colocamos una cinta de pasamanería para terminar el trabajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
ESCRIBE TU COMENTARIO