La lavanda es la planta aromática por excelencia y debe su agradable olor a la cantidad de componentes activos que posee. A principios de verano, la podemos recolectar para hacer nuestros trabajos. Preferiblemente la debemos recoger por la mañana, cuando el rocío se haya evaporado, la atamos en ramilletes, quitando las hojas del tallo y la colgamos boca abajo en un lugar ventilado y sin sol directo.
En una o dos semanas estará lista para utilizarla para hacer saquitos de olor para aromatizar cualquier estancia de la casa. Para ello buscamos una tela bonita, hacemos un saquito, lo rellenamos con las flores de lavanda y lo atamos con una cinta.
También podemos utilizarla recién cortada, ya que seca se quebraría, para hacer estas bonitas varitas (wands), cestitos, ramilletes... dejemos volar la imaginación!!
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