El cobre se ha usado desde la antigüedad para la fabricación de adornos personales y objetos domésticos. Todos recordamos los viejos potes de cobre que se usaban para cocinar.
Actualmente estos quedaron en desuso debido a que este material al entrar en contacto con productos ácidos, se oxida. Entonces forma una pátina verdosa característica, el cardenillo.
En este trabajo partimos de una figura de resina, pero podemos aplicarlo a cualquier superficie previamente preparada.
Necesitamos:
pintura acrílica verde pastel
pintura bronce metalizada o bronce de dedo
pincel redondo
pincel estarcir
BASE
-Pintamos toda la pieza con una base del color verde pastel, cubriendo bien toda la superficie, insistiendo en las zonas más escondidas con el pincel redondo.
-Dejamos secar.
-Damos una segunda mano y dejamos secar bien.
PÁTINA
- Para aplicar el cobre, mojamos el pincel de estarcir en la pintura metalizada y lo descargamos en un paño limpio hasta que el pincel casi no pinte.
-Luego vamos frotando en la figura, a contrapelo, en los relieves mas salientes. insistiendo hasta obtener el reflejo metálico.
No es cuestión de cargar más el pincel, es pasarlo repetidamente por el mismo sitio. Si queremos más intensidad, repetimos el proceso tantas veces como queramos, pero con el pincel descargado.
-Cobre de dedo: Es un producto fabricado con pigmentos y ceras naturales y nos permite un acabado totalmente profesional.
Se puede dar a pincel o a dedo, en cualquier caso hay que descargarlo bien sobre un paño hasta que casi no pinte y darlo insistiendo en los relieves.
Podemos acabar el trabajo con un barniz acrílico
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